Con un sector exclusivo o integrado a otro, el lavadero forma parte del hogar. El diseño & la decoración irrumpen este ambiente muchas veces olvidado o desordenado para convertirlo en uno organizado y con estilo propio.
Las tareas de lavado, secado y planchado de ropa son una necesidad rutinaria en la dinámica de cualquier hogar. Si bien su amplitud y protagonismo dependen en muchas situaciones de la dimensiones de la propiedad, hoy, con pocos elementos podemos transformar este ambiente tal vez relegado en un rincón encantado y sobre todo funcional.
En propiedades con espacio limitado o reducido como departamentos o dúplex, la creatividad ha resuelto de una manera práctica ubicar el lavadero dentro de un placard o la tradicional disposición junto a los artefactos de cocina. Sin embargo, cuando el espacio lo permite en algunos hogares, tienen un ambiente independiente.
Accesorios como canastos de mimbre o de plástico (algunos con colores y diseños muy innovadores y divertidos), tenders, electrodomésticos, tabla de planchar y muebles de guardado son los clásicos elementos que forman parte de él. Pero en los últimos años ha tomado protagonismo un componente más, ¡el color!.
La incorporación de tonos a este ambiente ha sido un gran cambio. Si bien continúa reinando el blanco por su sensación de pulcritud, la participación de colores luminosos y frescos permite ampliar el espacio reflejando la luz. Los tonos pasteles en sus versiones de grises azulados o verde lima conforman excelentes duplas con el tan conocido y querido blanco.
Complementan la decoración y ambientación de este sector la imaginación de cada usuario. Es importante que pienses que en ese ambiente cuidas y acondicionas las prendas que forman parte de la personalidad de los miembros de la familia y del hogar (mantelería, cortinas, ropa de cama, etc).