Cada vez son más los profesionales que eligen trabajar desde sus hogares, ya sea por gusto y flexibilidad, necesidad o simplemente, elección y forma de vida. Las oficinas en el hogar se suelen disponer en algún rincón, esquina, espacio o habitación particular, en donde se pueda generar un cierto clima de aislamiento del entorno, pero al mismo tiempo, que se esté inserto en él, sin que influya directamente en nosotros, para así poder destinar nuestra concentración a la tarea a desarrollar. Se trata de buscar ambientes y lugares, un tanto apartados de la rutina diaria, en los que confluyan elementos deco, tecnología, papelería, mobiliario y sobre todo, los colores ideales para lograr el impacto deseado en las emociones que se trata de promover.