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Microfisuras y mapeado en frentes

Las superficies de mampostería presentan problemas en la confección de los revoques, especialmente en época estival o de altas temperaturas. Sin embargo, el fenómeno que estamos a punto de explicar, puede generarse en cualquier época del año.

En general, la construcción de paredes, emplean como elementos de base, ladrillos macizos de diferentes grados de terminación, aunque también cerámicos o denominados huecos. Se adhieren por medio de una mezcla cementicia y luego se revocan con materiales similares para lograr superficies lisas con presencia de arena en la superficie y de características homogéneas.   Todo este proceso requiere de tiempos prologados de secado, de acuerdo a las propiedades de los materiales que intervienen.
En términos de armado de paredes no se presentan muchas variables dentro de los métodos que estamos indicando ni muchas diferencias que puedan alterar las terminaciones y el proceso en si mismo. Sin embargo, cuando pretendemos revestir esas paredes de ladrillos ocurren determinadas contingencias que determinan y condicionan la calidad final del trabajo.
Los ladrillos son materiales astringentes, de alta absorción y ávidos de agua.
Cuando realizamos revoques, se presentan las fajas que predeterminan un espesor anticipado del revoque grueso que está por venir. Esto lo establece la uniformidad y calidad de nivelación que dispone la pared en sentido vertical, es decir a mayor disparidad, mayor espesor, por lo cual y en esos casos,  la cantidad del material a emplear será mayor para cubrir esas deficiencias. Existe un factor común para iniciar los trabajos de revocado, la correcta humectación de la superficie de ladrillos, es decir la pared que vamos a revocar.

Cuando mojamos los ladrillos de manera insuficiente, y por tratarse de una superficie muy absorbente, captura parte del agua del mortero, es decir del revoque, éste seca prematuramente y provoca el famoso mapeado, microcuarteo o microfisuras en el sustrato que lo muestran evidentemente visible y se transforma en un defecto del revestimiento.

La solución es más que sencilla. Solo basta con saturar de agua al ladrillo, de modo tal que absorba solo lo necesario y no afecte el comportamiento inmediato del revoque.
Sin embargo, estos hechos ocurren a diario y debemos establecer no solo un modo de solucionarlo desde el origen sino también una vez que está instalado.

 

Obteniendo Soluciones

Cuando observamos superficies con estos defectos es necesario emplear productos de alta gama y de características elastoméricas como Thermocontrol Flex, un poderoso impermeabilizante Premium. Forma una película elástica que permite contener las microfisuras, microcuarteos, el mapeado también denominado “arañitas” que aparecen en forma superficial.
Las características de contracción y elongación de la película absorbe los movimientos que se producen y evita que aparezcan nuevamente en la superficie.
Es necesario determinar la condición de fraguado completo y eliminación del agua del mortero, y con pH neutro (7 a 8), iniciar el proceso de aplicación.
Es importante aplicar 1 mano de Comodín Fijador al Aguarrás, en condición de brillo mate, una vez seco (debe tomarse como punto de partida 1:1 con Hydrarrás) y luego aplicar una primera mano de Thermocontrol Flex diluida al 20% con agua. Luego finalizar con 2 manos extras con un secado de 4 a 6 horas entre ellas para finalizar y resolver definitivamente estos problemas.

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