Los climas severos, los bruscos cambios de temperaturas y la radicación solar, conforman una trilogía que actúa en forma progresiva y destructiva sobre los materiales de la construcción pero especialmente sobre las maderas sin protección.
Estas dos radiaciones son las que más afectan a las piezas de madera sin importar su especie, además actúan conjuntamente, pero su efecto es muy diferente.
Radiación UV – Ultravioleta
En zonas de altas temperaturas, las superficies oscuras (buenas para reflectar los rayos ultravioletas) absorben la radiación infrarroja y por tanto calientan demasiado la superficie de la madera. Si esta madera es muy resinosa, puede dar lugar a problemas de exudación de resina perjudicando la aplicación de revestimientos y pinturas, por lo cual deben eliminarse superficialmente antes de su aplicación.